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Hace más de 2.500 años, un filósofo, Heráclito de Éfeso, dijo aquello de “Nada es permanente excepto el cambio”. Y mucho más tarde, en los años 60 del siglo pasado, el presidente J.F. Kennedy afirmaba: “El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente se perderá el futuro”. Y lo que podemos asegurar a día de hoy es que el futuro es online, sin duda alguna. Resistirse es ir en contra del fluir natural de la vida (esto último tampoco es nuestro, es de Tolstoi). Como todos podemos observar a nuestro alrededor, la tecnología ha llegado y ha llegado para quedarse y para facilitarnos la vida.
Si observamos cualquier encuesta, informe o realizáramos un análisis del uso de los nuevos dispositivos tecnológicos y de las aplicaciones desarrolladas para dichos dispositivos, en todos ellos veremos que se cumple un patrón común: cada vez se utilizan más y cada vez se utilizan por más gente. Se tardaron 100 años en tener 100 millones de usuarios de teléfono fijo, mientras que sólo se necesitaron 10 años para conseguir el mismo número de usuarios de telefonía móvil. Reforzando esta idea, sólo se necesitaron 3 años para conseguir 100 millones de amigos en Facebook o menos de 2 años para la misma cifra de usuarios de Whatsapp. Con estas magnitudes, podemos concluir que el cambio, el crecimiento y el uso de las nuevas tecnologías es exponencial.
La tecnología online no sólo sirve para que los consumidores finales compren más y más a menudo productos en cualquier lugar y a cualquier hora, actos de compra que de otra manera tendrían que realizar desplazándose a un establecimiento físico, sino que también es de aplicación para el comercio B2B (Business to Business ó de Negocio a Negocio).
Al menos hay una serie de ventajas que son muy claras:
Y éstas son solo algunas de las ventajas de un modelo ecommerce para un negocio B2B porque si profundizáramos más en este modelo seguro que podríamos destacar muchas más.
En definitiva, las aplicaciones y plataformas B2B hoy en día son muy atractivas y fáciles de usar, incluso para los que se consideran analfabetos tecnológicos. Se trata más de una actitud (pereza, respeto, miedo a las nuevas tecnologías) que de una aptitud (ver y leer, hacer clic con el ratón y ya está).
Adelante pues con el B2B, seamos capaces de romper esas pequeñas barreras porque con el ecommerce todo son ventajas.