La importancia de contar con un seguro para las máquinas expendedoras de tabaco

ESFUERZO INVERSOR

Desde siempre, las expendedurías han mejorado su facturación gracias a las ventas de tabaco en el segundo canal. El segundo canal ha sido en muchas ocasiones un partner tan necesario, como en ocasiones ingrato, por el cual transita cerca de un 40% del negocio de los estancos. La posibilidad de que mientras un estanco está cerrado, se pueda seguir vendiendo tabaco, aunque sea de una manera indirecta, siempre es y será, atractiva. Aunque hay que ser conscientes también que este negocio adicional no es ni barato ni fácil. En primer lugar, por la inversión que supone la adquisición de la máquina expendedora de tabaco y su mantenimiento. A esto le sumaremos el permiso del CMT, que en teoría lo tiene que pagar el Punto de Venta con Recargo - PVR -, para a continuación llenarlo de tabaco y cambio. Depositaremos toda esa inversión en un local de un tercero, ya sea un bar, restaurante o gasolinera - PVR -  sin más compromiso, en la mayoría de ocasiones, que un apretón de manos y la buena voluntad de las partes. El estanco realiza la inversión, mientras que el PVR nos cede la oportunidad de compra aprovechando el flujo de clientes que circulan por su establecimiento.

OBJETIVO: EL TABACO

No son nuevos los robos en el sector del tabaco. Los estancos han sufrido históricamente oleadas de robos que han azotado este tipo de establecimientos. Aunque tampoco son los únicos que han padecido esta lacra. Desde los grandes almacenes del principal distribuidor, sus depósitos o delegaciones provinciales, así como los vehículos de transporte de tabaco, han padecido sucesos algunos de ellos de gran envergadura. Tal es así, que todos los agentes intervinientes en la cadena de distribución, y que son responsables de la mercancía en un momento u otro, han tomado y toman precauciones en la custodia del tabaco y en materia de seguridad. La gran mayoría de los estancos, también han mejorado cuantitativa y cualitativamente,  sus sistemas de autoprotección. Por tanto, toda la cadena de distribución ha mejorado sus sistemas de seguridad, con una excepción, el segundo canal.

PROTECCIONES SEGUNDO CANAL: FUERA DE NUESTRO ALCANCE.

Nos encontramos frente a una relación comercial desigual. Resulta que corre por cuenta del estanco la inversión de la máquina y su mantenimiento, llenarla de tabaco y del cambio para su normal funcionamiento, con el fin de estar operativa y ser depositada en un establecimiento de un tercero para pasar a depender, nos guste o no, de las protecciones de éste. Decir que no le ponemos la máquina, si no nos gusta, siempre es una posibilidad, pero si no lo hacemos nosotros, lo hará un compañero. Y no está el mercado como para perder una oportunidad de negocio. Nos encontramos, por tanto, frente al eslabón más débil de la cadena de distribución y quien corre el riesgo finalmente es el estanco. Y quien piense que en caso de robo, el establecimiento pagará los daños y desperfectos de la máquina y el valor del tabaco sustraído, es que o bien, no le ha pasado nunca, o bien, ha tenido una suerte tremenda.

SEGURO PARA MAQUINAS EXPENDEDORAS DE TABACO: GARANTICEMOS LA INVERSION

De aquí surge la necesidad de poder contar con un seguro específico para máquinas expendedoras de tabaco. Lo que nos ofrece este seguro mediante una cuota anual por máquina, es garantizar nuestra inversión, tanto de la máquina expendedora como del tabaco depositado en su interior. De esta manera, podremos limitar la posibilidad de pérdida económica de los riesgos que derivan de la explotación de la máquina en el segundo canal, especialmente los que se derivan de los daños a la máquina por robo y sustracción de la mercancía. Pagaremos una cuota reducida o forfait a cambio de garantizarnos que no padeceremos grandes pérdidas y quebrantos. Revertir una pérdida de estas características con unos márgenes tan reducidos como los del tabaco, se nos antoja muy complicado. Por lo que más vale asumir este pequeño gasto y garantizar el negocio, que vivir en una permanente incertidumbre, y cuando no, en un mal año, trabajar todo el ejercicio para finalmente, y como consecuencia de algún inesperado robo, acabar por perder dinero. No asegurar nuestra inversión y estar a expensas de tener más o menos fortuna, no es una opción. El seguro para máquinas de tabaco es, hoy por hoy, una necesidad.

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